Cómo Prepararte para una Entrevista de Trabajo
(Presencial o Virtual) y No Morir en el Intento
Al fin, después de mucho tiempo y esfuerzo, te llamaron. ¡Te quieren entrevistar! Ha llegado el momento clave: la entrevista. Ya sea por videollamada o cara a cara, es normal que los nervios aparezcan. Pero no te preocupes, con algo de preparación siempre puedes demostrar lo mejor de tu persona y aumentar tus chances de conseguir ese trabajo que tanto has deseado. Acá te dejo algunos consejos prácticos para que llegues seguro, relajado y listo para brillar.
Antes de la entrevista: preparación clave
1. Investiga la empresa
No vayas a ciegas. Busca en Google, LinkedIn o la web oficial:
¿A qué se dedica la empresa?
¿Qué productos o servicios ofrece?
¿Cómo es su cultura laboral?
¿Tienen redes sociales activas?
¿Tienen valores con los que te identificas?
Conocer esto te permite responder mejor y hacer preguntas inteligentes.
2. Revisa bien el puesto
Lee la descripción del trabajo otra vez. Piensa cómo tu experiencia encaja con lo que buscan. Si mencionan habilidades específicas, como por ejemplo: trabajo en equipo, manejo de Excel, liderazgo, prepara ejemplos reales donde las hayas usado.
3. Practica respuestas típicas
No memorices, pero sí piensa en cómo responderías preguntas como: ¿Háblame acerca de ti? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? ¿Por qué quieres trabajar con nosotros? ¿Dónde te ves en 5 años? ¿Podrías contarme sobre un conflicto laboral y cómo lo resolviste?
Tip: Puedes usar la técnica STAR (Situación – Tarea – Acción – Resultado) para estructurar tus respuestas.
4. Prepara algunas preguntas para la organización.
Esto demuestra interés y preparación. Algunas buenas preguntas:
¿Cómo es un día típico en este puesto?
¿Qué desafíos están enfrentando como equipo?
¿Cómo se mide el éxito en este rol?
¿Hay oportunidades de crecimiento o formación?
Si la entrevista es virtual
1. Prueba todo el equipo antes de la entrevista.
Revisa tu conexión a internet, el audio, la cámara y la plataforma (Zoom, Meet, Teams, etc.). Si puedes, haz una prueba con un amigo.
2. Busca un lugar tranquilo
Un fondo limpio, buena luz y nada de distracciones (nada de ruidos, mascotas o interrupciones). Si no puedes evitarlo, infórmale al entrevistador con naturalidad. Todos podemos entender que, a veces, la vida se cuela en la pantalla.
3. Vístete de manera profesional, como si fueras a una entrevista presencial
Al menos de la cintura para arriba. Demostrar respeto por la ocasión puede ayudarte.
4. Mira a la cámara, no a la pantalla
Esto da la sensación de contacto visual. Practicarlo un par de veces ayuda a que se sienta natural.
Si la entrevista es presencial
1. Planifica cómo vas a llegar
Averigua la dirección exacta, el tiempo de viaje y con cuánto margen deberías salir. Llega 10-15 minutos antes (ni muy justo, ni demasiado temprano).
2. Vístete acorde al puesto
No siempre hace falta traje y corbata, o un traje sastre, pero tampoco vayas como para salir con amigos. Elige un look profesional y cómodo, acorde a la cultura de la empresa.
3. Lenguaje corporal
Saluda con una sonrisa, firmeza (si hay apretón de manos) y mantén una postura abierta y segura. No cruces brazos ni te encorves. Y ojo con los tics nerviosos (como tocarte el pelo o jugar con un bolígrafo).
La entrevista no es un examen. Es una conversación para que ambas partes se conozcan. También es para que consideres si el trabajo, y la empresa, son de tu interés.
Después de la entrevista
Agradece: Un mensaje breve por mail o LinkedIn agradeciendo el tiempo y el interés siempre suma.
Reflexiona: ¿Qué sentiste? ¿Te gustó el ambiente? ¿Cómo fue la energía del entrevistador?
Seguimiento: Si pasa una semana y no hay respuesta, puedes amablemente para preguntar si hay alguna novedad sobre la posición o el proceso.
Lo más importante, es que tanto en formato virtual como presencial, debes prepararte para el proceso. Mostrar interés, escuchar con atención y ser auténtico puede marcar la diferencia. No hace falta ser perfecto, sino ser profesional y humano.



